domingo, 16 de enero de 2011

AVENTURAS DE LAS DOS NIÑAS: 8ª Aventura "El Lucero del Alba"

Había una vez un Pondi de tierra que se llamaba Periscopio, aunque todo el mundo lo llamaba Pesko, que vivía en el bosque de los bonsais.
Pesko se pasaba la noche mirando las estrellas, porque creía que cada una de ellas era un Pondi que ya había desaparecido, y que desde lo alto cuidaban de los Pondis que vivían en el mundo.
Una noche que Pesko estaba mirando las estrellas vio una cosa extrañísima. Una estrella se iluminó en el cielo y de pronto comenzó a correr por el firmamento hasta desaparecer a lo lejos.

Pesko pensó que debía ir hasta donde había caído la estrella a ver que había pasado; así que preparó su mochila de hojas de trébol y comenzó a caminar en dirección a la montaña de la risa, que era el sitio dónde había caído la estrella.
Por el camino Pesko se encontró con Carmen y Maite que estaban recogiendo musgo para haçer un belén en su casa. Pesko les contó lo que había visto, y las dos hermanas dijeron que lo acompañarían hasta la montaña, así que cogieron también sus mochilas y se pusieron en camino.

Cuando llegaron a la cima de la montaña vieron una gran luz, y en medio de ella una estrella pequeñita pero muy brillante. Pesko le preguntó a la estrella que si era un Pondi desaparecido, y ésta le dijo que no, que los Pondis desaparecidos se transformaban en nubes y se dedicaban a regar con su lluvia todas las plantas y flores del mundo.
Entonces las dos hermanas le preguntaron a la pequeña estrella qué le había pasado, y la estrella les dijo que se llamaba Clara, que era hija del Lucero del Alba y de La Rosa de los Vientos, y que acababa de nacer.
Después les dijo a las dos hermanas y al Pondi que pidieran cada uno un deseo para que ella se los llevara; pero que cómo los deseos son secretos, no podían decirlos, sólo pensarlos, y que ella se los llevaría al cielo para que se pudieran cumplir.

Pesko, el pondi, deseó” que no se cenca a los aminales”.
Carmen deseó” que no yaha garres.
Y Maite deseó” que Marcen no se maeru”.

Así que, Clara los cogió, se despidió de todos y les dijo que sus deseos se cumplirían, que si querían volver a verla sólo tenían que mirar hacía el cielo por las noches, y la verían al lado de su padre el Lucero del Alba o de su madre la Rosa de los Vientos. Después Pesko y las dos hermanas se fueron a su casa pensando cada uno en lo que había deseado y en que seguramente Clara la estrellita conseguiría que se cumpliera cada uno de los tres deseos.

Y Colorín, Colorado...

©Carmatejo

Nota: Se permite la reproducción sin ánimo de lucro y mencionando la procedencia

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