domingo, 27 de marzo de 2011

AVENTURAS DE LAS DOS NIÑAS 12ª Aventura “La Ciudad de los Pondis”

Un dia estaban las dos hermanas jugando en el jardín de su casa cuando de un árbol que había al fondo bajó su amigo el pondi Pantor.
Pantor les dijo que como se portaban tan bien con los animales y plantas había recibido el recado de llevarlas a un lugar secreto para que vieran una cosa.
Así que Carmen y Maite pidieron permiso a sus padres y, al decirle éstos que sí, prepararon sus mochilas de viaje y se fueron caminando campo a través con Pantor.
El pondi las llevó por unos senderos que las dos niñas no conocían ni habían pisado nunca. Llevaban mucho tiempo caminando cuando de pronto Pantor les enseñó un árbol muy viejo y muy grande.
Se paró ante él y cuando llegaron las dos niñas, Pantor dobló una ramita oculta que estaba en un lado del árbol. Al doblarse la ramita se abrió una puerta escondida en el tronco del árbol y Pantor y las niñas se metieron por ella.Dentro había una gran escalera que bajaba hacia la oscuridad. Pantor cogió una antorcha, empezó a bajar y les hizo señas a Carmen y Maite para que lo siguieran.
Llevaban bajando mucho tiempo y, al doblar una pequeña curva, vieron otra escalera que subía y subía; así que comenzaron a subir y a subir, hasta que de pronto la antorcha se apagó porque habían llegado a la salida opuesta del tronco del árbol.
Cuando salieron Carmen y Maite vieron que estaban al otro lado del viejo árbol, pero el paisaje no era el mismo allí donde estaban ahora. Las plantas eran mas verdes y frondosas, las flores tenían los colores mas intensos y los animales que estaban allí corrían y saltaban de alegría. Pantor les dijo que lo siguieran hasta lo alto de una pequeña colina que se veía a lo lejos y las niñas así lo hicieron.
Cuando llegaron a lo alto de la colina se quedaron maravilladas, porque lo que estaban viendo era la ciudad secreta de los pondis, que se llamaba PONGRA.
Pantor bajaba por el otro lado de la colina saludando a todos los pondis que encontraba a su paso: al pondi pescador que se llamaba Pelicán, al labrador que se llamaba Pimentín, al maestro Pizarrín al policía Porrius, al carpintero Palo, al jardinero Plantón y a otros muchos que Pantor saludaba con mucha alegría.
Carmen y Maite pensaron quedarse muchos días, así que le dijeron a Pantor que si podían mandar un mensaje a sus padres. Pantor dijo que sí, y envió una paloma mensajera para que les dijera a los padres de las niñas que se iban a quedar en Pongra unos días.
Después les dijo a Carmen y Maite que les iba a enseñar toda la ciudad secreta de los pondis, pero que como era muy especial tendrían que visitarla poco a poco.
Además, antes de comenzar la visita tenían que firmar en el Libro de las Promesas para que nunca nadie supiera donde estaba Pongra, la ciudad secreta de los pondis.

Y Colorín, Colorado......



©Carmatejo


Nota: Se permite la reproducción sin ánimo de lucro y mencionando la procedencia





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