domingo, 8 de mayo de 2011

AVENTURAS DE LAS DOS NIÑAS 14ª Aventura : “El país de Pongra”

Como les había prometido, Pantor el pondi llevó a las hermanas Carmen y Maite a el barrio de los artesanos en la ciudad de los pondis.
Llegaron primero a la calle de los sastres y las modistillas, y vieron allí los trajes que hacían para todos los pondis, con dibujos bordados, floripondios, costuras redondas, etc. Carmen y Maite, quedaron maravilladas con los vestidos que hacían los pondis de la calle sastrería, pero lo que más les gustó fue que el más sabio de todos los sastres y modistillas era un pájaro tejedor que se llamaba Dedal y que se pasaba el día tejiendo y tejiendo para que no le faltara tela a ningún pondi sastre.
Dedal el pájaro tejedor les regaló un trozo de tela bordada con muchos dibujos, para que las niñas se hicieran un vestido cuando llegaran a su casa.
Más tarde, Pantor las llevó a la calle de los ebanistas-carpinteros, y allí Carmen y Maite vieron infinidad de muebles y utensilios de madera labrada como cucharas, tenedores, etc., que eran una preciosidad. Pantor les presentó a Formón que era un pájaro carpintero y que además era el maestro de todos los pondis carpinteros. Formón les dijo que, aunque trabajaban con la madera, nunca habían cortado un árbol para utilizar su madera , sino que cogían la madera de los árboles que morían de viejos y que se caían en el bosque.
Formón les regaló la figura de un pondi hecha de madera de ébano, para que la pusieran de adorno en su habitación cuando volvieran a su casa.
Después Pantor las llevó a la calle de los joyeros, y otra vez se quedaron maravilladas de las joyas que hacían los pondis joyeros.
Allí había pendientes, pulseras, anillos, diademas, coronas, etc., pero lo que más llamó la atención de Carmen y Maite fueron los diminutos vasos de oro grabados con los distintos nombres cada uno.
Cuando le preguntaron a Pantor que para qué eran esos vasos, éste les presentó a Perla, una urraca estaba encargada de vigilar los vasos de oro. Perla les explicó que esos vasos eran para cada uno de los pondis que iban naciendo en el árbol milenario, y que cuando los llevaban a la guardería le daban a cada uno un vaso con su nombre, y que ese era el vaso en que bebía el pondi durante toda su vida.
Más tarde Perla les regaló a cada una de las niñas un vaso con el nombre de cada una de ellas grabado como los de los pondis.
Luego Pantor las llevó a la calle de los cesteros, donde hacían cestos de mimbre, bolsos sombreros, etc., pero con unos trenzados que parecían de una sola pieza; además los teñían de distintos colores y los terminaban con adornos de cintas. Pantor les presentó a Purpurín, un pavo real encargado de diseñar los cestos y demás utensilios que usaban los pondis en su vida cotidiana. Purpurín les regaló una pamela de mimbre dorado para que a Carmen y Maite no les molestase el sol durante su visita a Pongra.

Luego Pantor las llevó a...., bueno, esa es otra aventura que contaremos otro día.

Y Colorín, Colorado...

©Carmatejo

Nota: Se permite la reproducción sin ánimo de lucro y mencionando la procedencia







No hay comentarios:

Publicar un comentario